Imagen de antiguos vigilantes jurados de parques andaluces que velaban por la seguridad e integridad de personas y patrimonio en los parques de las ciudades.
Aquello se perdió hace ya demasiados años y el vandalismo está haciendo estragos en nuestros parques y jardines de la ciudad.
Las promesas del anterior gobierno municipal de implantar una Policía verde, se quedó, como muchas otras de sus promesas, en algún cajón olvidado. El actual gobierno justifica su negativa a poner este servicio en marcha debido a su elevado coste.
Mientras tanto los ciudadanos debemos conformarnos con los brevísimos paseos de un vehículo de la policia local o nacional una, o como mucho, dos veces al día. Por supuesto, sin bajarse para nada del vehículo y sin advertir a nadie del incumplimiento de cualquier normativa municipal, por ejemplo, como la recogida de excrementos de animales o llevarlos debidamente sujetos con correa.
Los amigos del vandalismo y de lo ajeno tienen perfectamente controlados estos micropaseos para programar sus fechorías y seguir destrozándonos el parque poco a poco. La ciudadania está indefensa ante este abandono institucional y ante este el incansable ejército de vándalos que asolan nuestro patrimonio natural y el equipamiento de que está dotado.
Estas son algunas de las "hazañas" de estos indeseables:
- Robos de nidos, crias y pájaros.
- Destrozos y robos de azulejos en placas conmemorativas
- Robos y destrozos de bocas de riego
- Destrozos en farolas y alumbrado
- No recogida de excrementos de perros
- Robos de vallas en zona canina
- Destrozos en zonas de juegos infantiles
- Inutilización de candados puertas de acceso.
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